Este tipo de lugares son humedales protegidos por ser considerados cunas de diversidad biológica, es decir, son de los entornos más productivos del mundo y refugio de varias especies de flora y fauna.
México ocupa la segunda posición de países con mayor número de sitios RAMSAR, ya que cuenta con 142, los cuales suman una superficie de 8,657,057 hectáreas. Desde el 2 de febrero de 2008, el parque estatal Cañón de Fernández, ubicado en la comarca lagunera, forma parte de este tipo de lugares protegidos.
En sus 17 mil hectáreas de extensión, el parque alberga 35 familias de plantas con 103 géneros y 240 especies. Además, 210 especies de aves, 53 de mamíferos, 44 especies de reptiles y 7 de anfibios. Entre los principales usos del suelo de esta región, se encuentran la agricultura, ganadería, pesca, industria y actividades recreativas.
Funciona como un corredor biológico entre dos ecosistemas de importancia regional, como lo es el Desierto Chihuahuense y los Bosques Templados de la Sierra Madre Occidental. Es fundamental para la recarga de acuíferos y, por tanto, para el desarrollo humano de los pobladores, no solo de quienes habitan en las localidades cercanas, sino para todos los laguneros.
En la actualidad, registra una gran cantidad de especies vulnerables y en peligro de extinción, así como comunidades ecológicas amenazadas por el turismo descontrolado, la presencia de especies exóticas, la erosión de suelo, el sobrepastoreo y sobreexplotación del agua.
Por lo anterior, en Iberdrola México estamos trabajando junto con Pronatura Noreste y el gobierno del estado de Durango en un proyecto a cinco años que busca conservar y proteger los árboles sabinos, erradicar especies invasoras y trabajar con la comunidad para lograr un turismo responsable.
Este tipo de iniciativas reafirman nuestro compromiso con el entorno donde estamos presentes y con la mejora de la calidad de vida de los mexicanos.
