A 30 kilómetros al norte de la ciudad de Aguascalientes se localiza Pabellón de Arteaga, un municipio con menos de 50 mil habitantes dedicados al comercio, la agricultura y la producción vinícola. Ahí se fundó Rancho Ubuntu, un centro de transformación de productos cárnicos que se ha convertido también en un punto de convivencia y transformación de vidas.
Ubuntu es una filosofía sudafricana que significa: yo soy porque nosotros somos. El nombre fue elegido por su creadora, Edith del Razo Carrillo y Rodrigo Carrillo, su socio y esposo, ambos creadores del concepto y objetivo de Ubuntu. La razón detrás del nombre es que la fundadora considera que “no se puede pensar en el bien individual sin antes pensar en el colectivo”.
En Rancho Ubuntu, integrantes de la comunidad El Garabato transforman productos cárnicos y comercializan alimentos que han sido procesados por ellos mismos. Es un proyecto que contribuye a frenar los altos niveles de migración y promueve actividades económicas con una perspectiva de trabajo digno y bien remunerado.
Gracias a la venta de sus productos se ha logrado que los colaboradores y las colaboradoras incrementen la calidad de vida de sus familias: “Somos generadores de empleos, de orgullo e identidad. Y nos gusta mucho porque cambiamos desde un inicio toda la conciencia respecto a la educación, a los valores y a la inocuidad en el manejo de alimentos”, mencionó Edith del Razo Carrillo.
A través de la estrecha relación de cariño y respeto, en Rancho Ubuntu se han logrado vencer, poco a poco, los retos que esta comunidad enfrenta debido a desigualdades laborales, sociales y educativas. Además, existe una alta migración a los Estados Unidos, lo que deja vulnerables a las familias que se quedan en la comunidad; mujeres, niños y adultos mayores, quienes tienen la esperanza de recibir una remesa.
Edith del Razo – Social Entrepreneur |
Rancho Ubuntu es parte del programa Síkuli, que impulsa y acompaña proyectos de personas emprendedoras y es resultado de la alianza entre Iberdrola México y la empresa de innovación social Unboxed.
Ahora Rancho Ubuntu, que comenzó con un pequeño terreno y unos cuantos animales, es un atractivo turístico que se une a otros sitios de interés como los viñedos de la zona, impulsando el crecimiento económico. “Me visualizo como un vehículo para abrir oportunidades y atraer turismo. Estamos en una zona de viñedos, y aunque no hacemos vino, nuestros productos como los jamones van de la mano con el vino. Por lo que invitamos a la gente a que venga y disfrute de la granja y del campo bajo un concepto: del campo al tenedor”, agregó.
Entre los y las colaboradoras de este proyecto hay historias de superación que son motor para continuar día a día superando los obstáculos que se presentan.
Empoderar a estas personas, que se han dedicado por años al duro trabajo del campo, ha sido parte del aprendizaje obtenido en Síkuli. “Abrimos las puertas con las personas que nos han acompañado desde el inicio y hemos podido constatar su transformación hasta convertirse en empresarios, poniendo a la venta sus productos. Ayudar a la gente que quiere ser ayudada, cuando busca salir adelante, es la vitamina de los emprendedores sociales”, mencionó.
Las personas de Rancho Ubuntu destacan entre sus principales logros la certificación Halal, que permite la venta de sus productos a la comunidad musulmana, así como la certificación de inocuidad y seguridad alimentaria, avalada por IFS Global Markets Food, que garantiza la seguridad de los alimentos para su consumo.
En Iberdrola México colaboramos con emprendimientos sociales que mueven al país con energía, lo que nos motiva a seguir formando alianzas que propicien el bienestar social y económico. Además, buscamos contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que tratan sobre el cuidado del medio ambiente y la sostenibilidad, impulsando un mejor aprovechamiento de los recursos y la convivencia social.