Imagina vivir en un mundo sin energía eléctrica, como en siglos atrás, ¿Qué consecuencias traería esto a tu vida? Tal vez muchas, entre ellas que no podrías leer contenidos como este en la red. Y es que, a partir de su descubrimiento, el desarrollo a nivel mundial se aceleró.
En 2017 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) estableció el 16 de mayo como el Día Internacional de la Luz, fecha que coincide con el aniversario de la primera vez que un láser funcionó de forma efectiva en 1960.
La idea de tener un día dedicado a este recurso es que seamos conscientes del papel tan importante que juega la luz en la vida diaria para realizar todo tipo de actividades, desde las más sencillas como refrigerar alimentos o cargar un celular hasta otras más complejas, como desarrollar investigaciones para la creación de una vacuna.
Nosotros, como expertos en generación de energía, somo proveedores en diferentes industrias y ahora más que nunca trabajamos para garantizar el suministro, siempre conscientes de que en pleno 2020 hay quienes no tienen acceso a este servicio. Con esto en mente, Fundación Iberdrola México, junto con Iluméxico, impulsamos el programa Luces de Esperanza, cuyo objetivo es la electrificación de comunidades rurales de México. El proyecto comenzó a finales de 2019 en la región de la Huasteca Potosina y se expandirá a otras zonas del país.
La luz es un elemento que aporta al desarrollo en muchos ámbitos. Por ello, estamos comprometidos con iniciativas dirigidas a fomentar el abastecimiento de energía a aquellos que no cuentan con dicho recurso, además de mantener nuestra operación segura en plantas y parques. En Iberdrola México, trabajamos para impulsar el desarrollo sostenible a través de la generación de energía eficiente, competitiva y amigable con el medio ambiente.