La generación distribuida, también conocida como generación en sitio o generación dispersa, es la producción de energía eléctrica a través de sistemas a pequeña escala, instalados cerca del centro de consumo. Estos sistemas pueden ser, entre otros, pequeñas turbinas de viento o paneles solares colocados en techos, paredes o estacionamientos, entre otros espacios de un mismo edificio o empresa.
Los sistemas de generación distribuida, a diferencia de las centrales eléctricas convencionales, no requieren de complejas líneas de transmisión para llevar la energía eléctrica hasta el punto de consumo. Después de generar la energía, se conecta a una red para alimentar instalaciones específicas de una fábrica, un hospital, un comercio, una vivienda o una escuela, por ejemplo.
Hay una gran variedad de tecnologías de generación distribuida que funcionan con fuentes renovables y, por lo tanto, contribuyen a la reducción de emisiones y a la descarbonización de la industria. Además, hoy también han avanzado los sistemas de almacenamiento de energía. Por ejemplo, a través de baterías que permiten respaldar la generación eléctrica proveniente de fuentes renovables como el sol o el viento, que a menudo es intermitente.
Presente y futuro de la generación distribuida
Gracias a los avances tecnológicos, la energía solar fotovoltaica es hoy una de las más utilizadas del mundo en los proyectos de generación distribuida. Además, la ventaja de estos sistemas a pequeña escala es que pueden ubicarse en tejados de las naves industriales, en terrenos inutilizados e incluso en estacionamientos. Y por su tamaño y complejidad, requieren menos inversión que una instalación tradicional.
Por todo ello, la energía solar en sitio ha crecido exponencialmente en México en la última década y es hoy una realidad para centenares de miles de empresas gracias a varios factores como son la disminución de los costos de los sistemas, las políticas gubernamentales de incentivos fiscales, la creciente conciencia del cuidado del medio ambiente, los acuerdos internacionales para frenar las emisiones de carbono y las políticas gubernamentales para impulsar las energías limpias.
Cifras de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) reflejan este auge, pues se pasó de 4,396 solicitudes de contratos de interconexión expedidas en 2014 a las 76,101 que se tramitaron en 2023, con un acumulado en una década de más de 411,000. En cuanto a la capacidad instalada bajo este modelo, se pasó en los últimos diez años de apenas 61.87 MW a 3,361 MW, siendo en su inmensa mayoría proyectos fotovoltaicos (99.3 %).
Energía distribuida en México
Iberdrola México impulsa la generación distribuida como un pilar clave para la descarbonización de las actividades comerciales e industriales en el país. La estrategia para avanzar en este objetivo, sin restar productividad o eficiencia, es Smart Solar, una solución energética para generar electricidad para el consumo propio a través de paneles solares in situ.
Los beneficios para la industria son múltiples: ahorros significativos en sus costos de energía; una mayor confiabilidad en el suministro; la reducción de sus emisiones de gases de efecto invernadero y avances en la descarbonización de sus procesos. Con todo ello, las empresas incrementan su competitividad y son más responsables socialmente.
Porque el futuro es verde, Iberdrola México impulsa la generación distribuida en el país de la mano de la industria.
Fuentes:
https://www.ibm.com/distributed-generation
https://www.mordorintelligence.com/management-system-market
https://www.iberdrola.com/que-es-energia-fotovoltaica
https://www.iberdrolamexico.com//smart-solar/
https://www.gob.mx/pequena-y-mediana-escala