Pasar del uso de combustibles fósiles a un modelo eléctrico basado en energías limpias y renovables permite la reducción de emisiones contaminantes. Es una necesidad urgente ante la crisis climática y una tarea en la que debemos participar todas y todos. Para frenar la emergencia global, la producción y consumo de energías limpias es imprescindible. ¿Pero a qué se refieren estos conceptos?
Las energías limpias se denominan así porque no liberan contaminantes, especialmente gases de efecto invernadero como el CO₂ (dióxido de carbono), causantes del cambio climático. Hay que diferenciar entre energías limpias y energías renovables, pues a menudo se confunden.
Es preciso señalar las diferencias. La principal de ellas se encuentra en la contaminación. Las energías renovables, por sorprendente que parezca, pueden contaminar.
Por ejemplo, el biogás o el biodiésel son fuentes de energía renovables por proceder de fuentes naturales inagotables. Sin embargo, a diferencia de la mayoría de las energías renovables -como la fotovoltaica o la eólica-, estas contaminan con su combustión, emitiendo gases de efecto invernadero.
Mientras que las energías limpias no contaminan, y entre estas se incluye la nuclear, porque no emite CO₂. Pese a estos casos particulares, como la energía nuclear o el biogás, podemos afirmar que la mayoría de fuentes de energías renovables también son limpias, y viceversa.
La apuesta por las energías limpias
Para concientizar, reivindicar y movilizar a la sociedad en el uso de las energías no contaminantes, la Asamblea General de las Naciones Unidas eligió el 26 de enero como el Día Internacional de la Energía Limpia.
Para garantizar un mejor presente y futuro, es necesario reducir las emisiones contaminantes que dañan la salud de los seres humanos y el ambiente. La meta es disminuir las emisiones a casi la mitad para el año 2030, y alcanzar las cero emisiones netas en 2050, para frenar los impactos negativos del cambio climático, en línea con varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, entre ellos el 7 (Energía asequible y no contaminante) y el 13 (Acción por el clima).
Estos ODS contemplan garantizar el acceso a la energía, segura, sostenible y moderna para todas las personas, pues derivado del crecimiento de la población es preciso asegurar, para su eficiente desarrollo, el acceso a la energía a múltiples sectores como el médico, educativo, agrícola, telecomunicaciones, tecnología, entre otros. Además, instan a tomar medidas urgentes y transformadoras para limitar el calentamiento global a 1.5 °C por encima de los niveles preindustriales.
En el Día Internacional de la Energía Limpia, reafirmamos nuestro compromiso con la construcción de un mejor planeta, a partir de un modelo energético sostenible y eficiente para todos, porque estamos convencidos de que el futuro es verde.
Energía limpia y renovable en Iberdrola México
Estas son algunas de las soluciones energéticas limpias y renovables que Iberdrola México ofrece para cuidar la salud de las personas, contribuir con la preservación del medio ambiente e impulsar la descarbonización de la industria.
Eólica
Es una forma de energía que utiliza la fuerza del viento para generar electricidad.
Solar
Aprovecha la radiación del sol y, mediante paneles solares y tecnología basada en el efecto fotoeléctrico, se genera electricidad sin emisiones contaminantes.
Hidrógeno verde
A través de un proceso químico denominado electrólisis, se separa el hidrógeno del oxígeno que hay en el agua, usando electricidad generada a partir de fuentes renovables.
